La semana pasada te hablábamos en este blog de cómo a raíz de la pandemia, se ha impuesto el teletrabajo y hemos tenido que adaptar en nuestras casas, un espacio de trabajo en el que quizás su mobiliario no sea el más indicado, centrándonos exclusivamente, en las características que debe tener una buena silla de oficina.

Esta semana, te daremos unos cuántos consejos sobre las mesas de trabajo, porque aunque las tareas en cada puesto laboral de la oficina pueden parecer muy genéricos, lo cierto es que no es lo mismo trabajar con el ordenador, solamente con documentación, de forma telefónica o todos ellos a la vez. Para todos y cada uno de ellos necesitamos la mesa de trabajo adecuada. Por otra parte, adecuar un espacio de trabajo en casa implica que, en la medida de lo posible, los muebles deben ser compatibles con la decoración y que puedan ser utilizados para otras funciones y por otros miembros de la familia.

En cualquier caso, a la hora de elegir un buen mobiliario de trabajo siempre debemos tener en cuenta la ergonomía, y aunque este término es más utilizado para las sillas incluye también las mesas de oficina. En este sentido, enumeramos las cualidades qué debe tener una buena mesa de trabajo:

  • Una de las características más importantes es la altura de la mesa, y en este punto, debemos sopesar si queremos una mesa regulable en altura o no. Ello dependerá del tipo de trabajo y del número de usuarios que vayan a utilizarla. En el caso de optar por una mesa de altura fija, 74 cm es lo aconsejable, pudiendo variar 2 cm más o menos en función de la estatura de la persona. Debemos evitar que la espalda y los brazos adopten posturas poco saludables, y apoyar espalda, brazos y hombros de forma relajada en un ángulo  de flexión del brazo entre 95 y 105 grados.
    Por el contrario, las mesas regulables en altura son una nueva tendencia que, nos dan la opción de trabajar sentado o de pie, favoreciendo el cambio de postura y evitando así, lesiones musculoesqueléticas derivadas de pasar tanto tiempo sentado. Por otra parte es perfecta para adecuar su altura a los diferentes usuarios, ya que si trabajamos desde casa, podemos adaptarla por ejemplo, a la altura de los niños. Por otra partes, en este tipo de mesas, los reposapiés son más prescindibles.
  • El tamaño a elegir depende en principio del espacio disponible y del tipo de trabajo. Una mesa muy pequeña al final no resulta cómoda mientras que en una grande, solemos desperdigar el material de trabajo obligándonos a movernos continuamente al no tener las cosas a nuestro alcance. Es recomendable disponer de un espacio para almacenamiento de carpetas u otras herramientas necesarias, ya sea en la misma mesa o en una cajonera lateral. Si trabajamos con ordenador hemos de tener en cuenta que la distancia de la pantalla deberá estar entre 60 y 70 centímetros de nuestros ojos, para lo cual, se recomienda una profundidad mínima de la mesa de 80 cm, pero esta anchura dependerá también en gran medida de si utilizamos un ordenador de sobremesa o portátil.
  • Debemos optar por una mesa firme, sin estructuras inferiores que nos impidan situar con comodidad las piernas o que provoquen que los brazos de la silla peguen con la mesa, impidiéndonos aproximarnos adecuadamente a ella.
  • Con respecto a su forma, es conveniente evitar ángulos incómodos y si se opta por una mesa con ala integrada, esta parte no deberá constituir la superficie principal de trabajo.
  • En cuanto a los materiales de la mesa, ya hemos dicho que, en la medida de lo posible, estos deben estar en armonía con el resto del espacio. En este sentido, los colores claros reducen los contrastes. En cualquier caso se aconsejan superficies mates que eviten reflejos, con materiales que también eviten transmitir frío o calor, como la madera.
  • Por último, es aconsejable que la mesa pueda permitir de alguna forma el paso de cables de los equipos informáticos o del teléfono, para evitar molestias al usuario.

Si a la hora de elegir una buena mesa, ademas de estos consejos, incorporamos criterios ecológicos como embalajes reutilizables, materiales reciclados o reciclables, carga de Dióxido de Carbono, etc. contribuiremos a la protección del medio ambiente.