Ya en muchas ocasiones hemos hablado de los cambios que se están produciendo en nuestras oficinas debidos a las tendencias del uso de las instalaciones por parte de nuestros empleados, en gran medida por el auge del teletrabajo y por la adopción de nuevas tecnologías que han modificado la forma en la que trabajamos.

La adopción de espacios multidisciplinares dedicados al libre uso de los empleados se está convirtiendo en un pilar fundamental de las oficinas del mañana, donde los espacios destinados a puestos de trabajo tienden a desaparecer a favor de ubicaciones libres e informales donde cada empleado encuentra su sitio y su espacio para desarrollar su labor de la forma más cómoda y eficiente.

Con esto en mente, ahora hay que plantearse si la formación de los futuros profesionales va acorde a estas tendencias o si estamos provocando que la llegada al mercado laboral de los estudiantes conlleve un choque de puntos de vista en cuanto a la organización y la forma de trabajar que se espera de ellos, al no ver reflejado en el mundo laboral las tendencias y enseñanzas recibidas durante su formación académica.

La discusión sobre si se debe abolir el modelo tradicional de enseñanza lleva mucho sobre el estrado y son muchas las voces que abogan por un cambio en la forma en la que se enseña en colegios, institutos y universidades. Siendo estas últimas las más avanzadas en cuanto a las metodologías de enseñanza, aún hay muchas que optan por el modelo tradicional de ponente-audiencia, sin tener en cuenta que el entorno y la forma en la que se interactúa (tanto entre los propios alumnos como alumno-profesor), puede no ser la adecuada para cuando el futuro profesional se incorpore al mundo laboral.

El uso de espacios abiertos, donde cada alumno elige su sitio entre sus compañeros y el uso de las herramientas adecuadas para que la experiencia educativa sea completa, son cada vez más comunes en centro de enseñanza de entornos más privilegiados, por supuesto gracias a la capacidad de estos de reconvertirse de una forma rápida y contar con las últimas herramientas a su alcance, tanto en mobiliario como en tecnología. Pero es importante plantearse esta reconversión a todos los niveles educativos.

Las guarderías y escuelas infantiles de hoy en día ya cuentan con metodologías donde el alumno es capaz de crear e identificar su propio espacio de trabajo personal, y se ha demostrado que estas metodologías ayudan al desarrollo del estudiante como tal y como individuo, pero muchas veces estas metodologías se truncan cuando se llega a la enseñanza media y/o superior y se vuelve al método de encajonar al estudiante en un espacio limitado y sin posibilidad de personalización. Posteriormente, y más en un futuro próximo, el alumno llegará al mercado laboral y volverá a encontrarse con esa libertad que tenía en sus inicios académicos, lo cual puede provocar conflicto y un periodo de adaptación que puede acarrear problemas en su rendimiento y en la curva de adaptación al nuevo entorno.

Sabemos que no es un proceso que se vaya a realizar de la noche a la mañana, tanto por el coste económico que supondría adaptar (o crear) espacios con esta visión de futuro, como por la necesidad de que los propios docentes sepan explotar estas herramientas para el beneficio de los alumnos, pero se pueden ir dando pequeños pasos empleando mobiliario y tecnología actual para ayudar a esta transición.

El uso de mobiliario de colectividades que fomente el individualismo, gracias a distintas opciones, materiales y disposiciones, puede ayudar a este objetivo, permitiendo que el alumno, en cualquier estadio de su ciclo de enseñanza, pueda organizar su propio espacio y afrontar su educación de un modo más personal y cómodo. Esto, sin duda, es un aliciente y mejoraría en último término la eficiencia de la educación, y le prepararía para lo que vendrá a continuación y lo que encontrará en el mercado laboral. Además, incrementará su capacidad de adaptación a cualquier entorno, al no verse encajonado en un sistema cuadriculado pensado para otros tiempos y que ya no tiene cabida en nuestro presente y futuro.