Está semana, dentro del apartado de oficinas del mundo de nuestro blog, queremos hablaros de la rehabilitación de las antiguas instalaciones del Astillero de Sevilla que, a partir de ahora, albergará las nuevas oficinas de la empresa GRI Towers.
Este complejo cuyas obras comenzaron en 1946, se compone de varios edificios y fue dirigido por Eduardo Torroja para la Empresa Nacional Elcano. El conjunto, terminado en 1952, fue inaugurado en 1953.
Testigo directo de una vida pasada mejor, el astillero supuso para la ciudad de Sevilla un polo de atracción industrial y económico a mediados del siglo XX lo que unido, al gran valor de su arquitectura original, confieren a todo el conjunto una gran trascendencia, por formar parte del patrimonio histórico de la ciudad.
El astillero, reformado por un estudio de arquitectura e interiorismo de Madrid, tiene muchas posibilidades en los más de 6000 metros cuadrados exteriores y 2000 interiores. Está dividido en dos zonas bien diferenciadas.
La primera, organizada de forma abierta y multifuncional, acoge salas de reuniones, oficinas y despachos y una cafetería; todo ello orientado a favorecer un espacio colaborativo. La luz natural con que cuenta el inmueble, junto con una decoración en colores claros y combinados con un suelo vinílico, dan un aspecto industrial pero a la vez confortable.
La segunda zona alberga, entre otras dependencias, una gran sala de juntas y las oficinas de representación de la firma. Decorada con materiales como la madera que dan un aspecto más refinado, intercala en sus pilares los azulejos esmaltados tan característico de los edificios sevillanos.
El resultado ha conseguido reflejar la personalidad de la firma, respetando un edificio de gran valor patrimonial y honrando la arquitectura para la que fue concebido.
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