Volver al trabajo después de unas vacaciones o días de fiesta como las recientes navidades, siempre se hace cuesta arriba. Por otra parte, son muchas las distracciones que nos crea nuestro entorno interior (el profesional) y exterior (el privado). Todo ello puede implicar que nuestra concentración en la oficina sea complicada. Aprovechando el nuevo año, ¿Por qué no comenzar a organizar nuestro trabajo para que su resultado sea más productivo? Siempre van a surgir imprevistos que nos hacen desviarnos de nuestra organización en las tareas diarias, pero con un poco de disciplina seguro que conseguimos que las 8 horas de nuestra jornada alcancen para todo.

Aquí te dejamos una serie de consejos para que te sea más fácil organizar tus tareas.

  • El principio y final de tu jornada laboral puede coincidir con la planificación del día. Utiliza los últimos minutos de tu jornada laboral para organizarte las tareas del día siguiente, marcando plazos,  y comienza el nuevo día revisando esa lista de tareas, para confirmar que realmente son las adecuadas. La lista te ayudará no solo a ver todo lo que tienes que hacer, sino también te ayudará a priorizar. Igualmente si divides una tarea en partes más pequeñas, será más fácil cumplirla, lo que redundará en una sensación gratificante por ir cumpliendo objetivos dentro del espacio de tiempo propuesto.
  • Utiliza las primeras horas del día para hacer las principales tareas importantes. Por regla general es en estas primeras horas cuando la productividad es mayor, por lo que puedes dejar las tareas mecánicas para otro momento.
  • Para mantener la concentración es fundamental estar sentado de una forma correcta y cómoda. En este sentido, teniendo en cuenta la cantidad de horas que pasamos en nuestro puesto de trabajo, es fundamental que el mobiliario sea ergonómico y esté diseñado para que la postura durante todo ese tiempo, no tenga un efecto negativo.
  • Está demostrado que escuchar música durante la realización de algunas tareas puede resultar beneficioso. En este caso, escoge la música adecuada y utiliza unos cascos para no molestar al resto de los compañeros.
  • Si tu trabajo implica que a veces tienes que salir de la oficina o reunirte, intenta organizar las citas a primera hora o a última de la mañana o la tarde.
  • Es necesario separar la vida profesional de la personal, limitando en la medida de lo posible tú acceso a las redes sociales privadas, llamadas de teléfono y correos electrónicos.
  • El cansancio puede afectar a tu productividad, por lo que a lo largo del día debes hacer pausas para desconectar y descansos entre tareas. Si comes en la oficina, tómate tu tiempo para ello e intenta no comer en tu escritorio.
  • El mantenimiento de blogs, redes sociales y llamadas de teléfono pueden ser una distracción. Elige en qué momento del día y cuánto tiempo, vas a dedicar a ello.
  • Si para alguna tarea determinada, vas a necesitar una concentración absoluta siempre puedes aislarte en una salita, pedir silencio a tus compañeros, o desconectarte durante ese tiempo, de llamadas o correos que te distraigan.

Todos tenemos días en los que la concentración es casi imposible, ¿Por qué no probar alguno de estos consejos?